Me gustaría reinventarte,
zambullirme en la tinta que creó el primer garabato de ti
y dibujarte a mi antojo.
Aniquilar los kilómetros que nos separan,
cortar los lazos que te atan.
Quiero,
pido,
exijo,
perdona,
necesito
la alegría de tu mirada,
esa mueca de donjuán,
la lascivia de tus susurros.
Quiero poseerte como hembra en celo,
no dejar para nadie ni las migajas de tus encantos.
Te quiero mío y del mar.
De MAR adentro,
bien adentro donde el placer explota y me llena de ti.
Y apoyar mi cabeza sobre la mano,
de costado,
observando cómo regresas al mundo,
en ese abrir y cerrar de ojos
y ser siempre yo quien aparezca en la continuación de tu mirada.
.
.
.
Imagen: Tom Chambers
.
.
.
.