Solo hay una fina línea que separa lo que está bien, de lo que está mal,
mi deseo de saber de ti, de mi obligación de ignorarte
mi tenacidad en pensarte, de mi compromiso de borrarte
mis pensamientos diarios en ti, de olvidarte como cometido.
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5 comentarios:
... me permito endulzar
su amargura
"Ponte tu vestido de sirena,
sal a la calle
y con tu sonrisa bella.
Para volver a a-mar,
hay que empezar a navegar".
:-)
p.s. me gusta la foto del post.
Querida Mar, con el follón de las elecciones te tengo olvidadita del todo, Me gusta tu poema, y me encantan las fotos.
Obligarse a olvidar porque es lo más civilizado es una tortura. Y el ser humano está diseñado para no olvidar lo que no puede tener...
Yo tuve que borrar el camino de baldosas amarillas, y sé que no es nada fácil.
Besos!
En ello estoy Darthpitufina, en una tortura consciente y doliente. Y lo malo es que a cada hombre que aparece en mi vida, le comparo con él, y ninguno llega a la altura de sus virtudes. Claro, de sus defectos no me acuerdo.
Con que disfrutes de mis cositas ya es suficiente, Requetemalo. No os espero, así que cuando llegáis me llevo una gran sorpresa.
Ya tienes razón Neosdoc, lo malo es que el horizonte de mi mar no me oferece nada atractivo, salvo sus recuerdos.
Beso a todos.
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